sábado, 15 de marzo de 2008

ALTO NO A LA GUERRA

























Simplificando al máximo las propuestas más generales de este movimiento podríamos decir :

Que éste propicia primeramente la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano , ni que un ser humano esté por encima de otro. En segundo lugar, afirma la igualdad de todas las personas y por tanto trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley para avanzar hacia un mundo de iguales oportunidades para todos. En tercer lugar, reconoce la diversidad personal y cultural y por tanto afirma las características propias de cada pueblo condenando toda discriminación que se realice en razón de la diferencia económica, racial, étnica y cultural. En cuarto lugar, auspicia toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables. En quinto lugar, afirma la libertad de ideas y creencias y, por último, repudia toda forma de violencia entendiendo no solamente a la violencia física como único factor sino a la violencia económica, a la violencia racial, a la violencia religiosa, a la violencia moral y psicológica como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del planeta..


Estas propuestas de considerar al ser humano como valor central, de propiciar la igualdad de oportunidades para todos, de reconocer la diversidad oponiéndose a toda discriminación, de auspiciar la libertad de pensamiento y de luchar contra toda forma de violencia, caracterizan nuestro pensamiento y nuestra acción en los aspectos más generales. Al mismo tiempo, estas propuestas terminan configurando un estilo de vida y un modo de relación del más alto valor moral, que puede expresarse en esta frase: “¡ trata a los demás como quieres que te traten !”



Por último, se debe destacar como determinante de nuestro comportamiento la participación en todos los campos a fin de llevar adelante las propuestas antes mencionadas. Participar en las áreas de lo cultural, lo social y lo político con la mayor energía y tenacidad de que seamos capaces, va más allá de ser una recomendación de nuestro movimiento para convertirse en una necesidad de esta época crítica que estamos viviendo. El argumento de que todo está en manos de un sistema infinitamente poderoso y violento, que el éxito pertenece a los corruptos y los incapaces, en lugar de ser motivo de aceptación para nuestra condición de seres humillados y sometidos, debe convertirse en un estímulo fundamental para cambiar el estado de las cosas públicas.



Lo que define este Movimiento no es una cierta acción política, una acción social o una actividad cultural, sino un conjunto de ideas y un estilo de comportamiento.


Por otra parte, destacamos también la dimensión de lo estrictamente personal y de lo interpersonal, que aunque inscriptos en el contexto social, constituyen el núcleo de nuestra existencia. Las relaciones personales deterioradas hoy al máximo muestran el aumento de una violencia sorda en la que el tú y el nosotros van desapareciendo y en la que el individuo arrojado a la soledad y el aturdimiento no encuentra ya salidas. Debemos reafirmar en este campo que todo ser humano tiene derecho a preguntarse por el sentido de la vida, por el amor, por la amistad... por todo aquello que hace a la poesía y la grandeza de la existencia humana y que una estúpida y pequeña cultura materialista, trata de denigrar arrastrando todo hacia los antivalores y la desintegración.


Y en esta situación que nos toca vivir reconocemos el triunfo provisorio de la cultura del antihumanismo y declaramos el fracaso de nuestros ideales que no se han podido cumplir. Pero los triunfadores de hoy no tienen asegurado el futuro porque una nueva espiritualidad comienza a expresarse en todo el mundo: no es la espiritualidad de la superstición, no es la espiritualidad de la intolerancia, no es la espiritualidad del dogma, no es la espiritualidad de la violencia religiosa, no es la pesada espiritualidad de las viejas tablas ni de los desgastados valores; es la espiritualidad que ha despertado de su profundo sueño para nutrir nuevamente a los seres humanos en sus mejores aspiraciones.

Si hoy tenemos que declarar nuestro fracaso, también tenemos que anunciar a una nueva civilización que está naciendo, la primera civilización planetaria de la historia humana. Y, por tanto, aquellas crisis que sobrevienen y aún sobrevendrán en un futuro próximo servirán, no obstante su infortunio, a superar esta última etapa de la prehistoria humana... y cada cual sabrá si decide o no acompañar este cambio y cada cual comprenderá si busca o no una renovación profunda en su propia vida.









Estamos en un nuevo momento, esta nueva civilización que está naciendo


“Algo hay que hacer”, se escucha en todas partes. Pues bien, yo diré que hay que hacer, pero de nada valdrá decirlo porque nadie lo escuchará.

Yo digo que en el orden internacional, todos los que están invadiendo territorios deberían retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.

Digo que en el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.

Digo que en el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.

Digo que en el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando un vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia.

Pero nada de lo que se diga será escuchado. Sin embargo, los mismos acontecimientos lograrán que los invasores se retiren; que los duros sean repudiados por las poblaciones que exigirán el simple cumplimiento de la ley; que los hijos recriminen a sus padres su hipocresía; que cada uno se recrimine a sí mismo por la contradicción que genera en sí y en los que lo rodean.

Estamos al final de un oscuro período histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie. Si, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal.

Entre tanto, los que no somos escuchados trabajaremos a partir de hoy en todas partes del mundo para presionar a los que deciden, para difundir los ideales de paz en base a la metodología de la no- violencia, para preparar el camino de los nuevos tiempos.

Si, vale la pena que este Mensaje y este Humanismo Universalista cobren fuerza. Vale la pena que la gente jóven engrose esta Fuerza Moral como una variante de la Historia... que este caudal sea incontenible y se escuche su rumor en todas las lenguas de la Tierra. Entonces, las nuevas generaciones empezarán a enseñar a las adultas con un nuevo afecto y una nueva comprensión.

Finalmente, amigos, yo quiero compartir con todos esta certeza profunda que dice: “lo Sagrado está en nosotros y nada malo puede ocurrir en esta búsqueda profunda de lo Innombrable”. Creo que algo muy bueno ocurrirá cuando los seres humanos encuentren el Sentido tantas veces perdido y tantas veces reencontrado en los recodos de la Historia.

Yo quisiera, amigos, que se escuchara el Mensaje de lo Profundo. No es un Mensaje estridente, es un mensaje muy quedo que no puede se puede escuchar cuando se lo quiere atrapar.

Yo quisiera, amigos, transmitir la certeza de la inmortalidad. Pero, ¿ cómo podría lo mortal generar algo inmortal ? Tal vez deberíamos preguntarnos sobre cómo es posible que lo inmortal genere la ilusión de la mortalidad.

Qué bueno es estar aquí juntos considerando el presente y el futuro. Qué bueno es que en este momento estén presenciando este encuentro miles de amigos en distintas latitudes. Pero, por otra parte, ya no vale que busquemos lugares alejados para expresarnos sin ofender a nadie porque estas palabras están llegando muy lejos. Entonces, será necesario pedir disculpas a quienes se hayan sentido agredido por nuestros decires que sin duda no han buscado personalizar sino más bien referirse a situaciones y momentos históricos puntuales.

Mientras las palabras van muriendo en calma nuestras miradas las reemplazan...

Nuestras miradas se encuentran y se comprenden en profundidad.

Saludamos a todos de corazón a corazón.

Silo.